From a illuminated manuscript of Jean Froissart's Chronicles |
La llamada “Guerra de los Cien años”, no fue una guerra
continuada, ya que se detuvo durante numerosas treguas y Tratados de paz, entre
los beligerantes. Esta contienda duraría desde 1337 a 1453.
¿Cómo se encontraba Francia y Inglaterra antes de la Guerra?
Francia era uno
de los reinos más poderosos de Europa, se encontraba gobernada por la Dinastía
de los Capetos, esta dinastía tuvo que enfrentarse al problema de consolidar su
territorio. Por un lado, la frontera con su vecino, El Sacro Imperio Romano
Germánico, no se encontraba delimitadas de forma muy clara. También el tema
Feudal de la Edad Media le había otorgado territorios y poder a los nobles
(Condes, Duques), y estos fueros reacios a ceder su poder.
Inglaterra estaba
gobernada por la Dinastía de los Plantagenet, Inglaterra era un reino más
pobre, con menor población que Francia, pero al igual que su contrincante,
Inglaterra tuvo problemas fronterizos con sus vecinos. Pero el mayor de los
problemas lo tuvo con la propia Francia. Debido al sistema Feudal y a
anteriores guerras entre ambos, Inglaterra poseía el control de parte del
territorio francés, en forma de ducados, siendo el más importante, el ducado de
Aquitania, después llamado El Ducado de Güllena.
El conflicto por
el control del Ducado de Aquitania: Debido a diferentes guerras y tratados del
pasado, le pertenecía al Rey de Inglaterra, el cual tenía el título de Duque.
Este Ducado trajo numerosos conflictos entre Francia e Inglaterra, con
invasiones francesas, alegando problemas internos en el Ducado, que los
ingleses eran incapaces de solucionar.
El conflicto
económico: El condado de Flandes que dependía políticamente de Francia, pero
económicamente de Inglaterra (Venta de paños, con lana proveniente de
Inglaterra). Inglaterra presionaba a Flandes, con el corte de suministros, para
que estuviera de su lado, y generar enfrentamientos armados contra Francia.
Los problemas
sucesorios de Francia en 1328:
En 1328 moría Carlos IV, el último de los
reyes capetos en Francia, sin hijos varones.
Carlos IV tuvo a
María, que según las costumbres y leyes francesas no podía heredar la corona.
Al no tener descendiente varón, la corona debía recaer en el pariente masculino
más cercano de Carlos IV, y en este caso debía ser su sobrino, Eduardo III, Rey
de Inglaterra. Para evitar que el trono francés callera en manos de los
ingleses, los nobles franceses apelaron a la vigencia de la ley Sálica, según
la cual, una mujer no podía heredar, ni transmitir los derechos sucesorios de
la corona, por lo tanto, se invalidó la sucesión de Eduardo III, ya que era
sobrino de Carlos IV, por parte de su hermana Isabel, casada con Eduardo II de
Inglaterra. Con este argumento, en 1328, fue nombrado Rey Felipe de Valois,
primo hermano del rey difunto, y al coronarse, pasó a llamarse Felipe VI.
Los lazos de Sangre:
La Dinastía de
los Valois y su reinado (1328-1350):
La tensión entre
las dos coronas se elevaría, hasta que finalmente estalló el conflicto en el
año 1337, cuando Felipe VI, decidió invadir el Ducado de Güyena, aprovechando
una serie de incidentes internos, hecho que causó la ruptura de relaciones, y
al poco tiempo el comienzo de la Guerra.
Quiero destacar
algunas fechas y etapas más importantes de esta larga guerra:
En 1340 la
Batalla de la esclusa, donde lucharon Felipe VI de Francia y Eduardo II de
Inglaterra. Venció Inglaterra.
La batalla naval
de la esclusa, en la que la flota anglosajona destruyó a la flota francesa.
Después de esta batalla se firmó una tregua. La llamada tregua de Esplechin,
pero al poco tiempo volvieron a estallar los conflictos.
Jacob Van
Artevelde, aliado de Flandes y de Inglaterra, fue asesinado en una revuelta en
1345, lo que obligó a Eduardo III a desembarcar, en el norte de Francia, para
no perder los territorios de su aliado, reanudando la Guerra.
En 1346 la
Batalla de Crécy, donde lucharon Felipe VI de Francia y Eduardo III de
Inglaterra. Venció Inglaterra:
En esta batalla,
la caballería francesa fue aniquilada por el arco largo de los ingleses. Un año
después de la batalla de Crécy, entró en escena la Peste Negra, lo que forzó a
ambos bandos a firmar la Paz de Calais, el 28 de septiembre de 1347. Durante
esta tregua murió el rey francés Felipe VI, y le sucedió Juan II el bueno. En
1354, durante el reinado de Juan II, comenzó la segunda etapa de la Guerra, la
cual estuvo marcada por grandes victorias inglesas. El Hijo de Eduardo III,
conocido como el príncipe negro, logró grandes éxitos sobre los franceses.
En 1356 La
Batalla de Poitiers, donde lucharon Juan II de Francia y Eduardo III de
Inglaterra y venció Inglaterra. En esta batalla, el príncipe negro logró
capturar al rey francés Juan II el bueno. El poder de la corona francesa se
trasladó al hijo del Rey Juan II, Carlos, quién debió enfrentarse a un
levantamiento de la Burguesía, y después, a unos movimientos campesinos,
conocidos como “La Jacquerie”. Estos levantamientos forzaron a Carlos a firmar
en 1360, la Paz de Bretiguy, la cual le otorgaba gran parte del territorio
francés a Inglaterra, a cambio que Eduardo III, renunciara a sus derechos al
trono de Francia, terminando así la que podría llamarse la segunda Etapa de la
Guerra.
Durante los
primeros ocho años del reinado de Carlos V, de la Dinastía de los Valois
(1364-1380), Francia lograría solucionar sus problemas internos, para luego no
reconocer la Paz de Bretiguy, en 1368, dando inicio a la que podríamos llamar
la tercera etapa de la Guerra. Carlos V, lograría recuperar una gran cantidad
de territorios, y gracias a sus alianzas con el Reino de Castilla, y el Condado
de Flandes, logró derrotar a la flota inglesa en la Batalla de Rochelle en el
año 1372.
Esta batalla
obligaría a Eduardo III, a comenzar negociaciones de paz, algo que no llegaría
a ser completado, ya que entre 1376 y 1377 fallecieron Eduardo III y al poco
tiempo su sucesor directo, el príncipe negro, lo que forzó a los ingleses a
firmar una tregua en 1377, finalizando así la tercera etapa de la guerra.
Iniciada la
tregua, ambos países, tuvieron que enfrentarse a graves problemas internos:
En Inglaterra la
muerte de Eduardo III y el príncipe negro, llevaron a Ricardo II al trono (Hijo
del príncipe negro), pero fue depuesto por su primo Enrique IV de la dinastía
de Lancaster (1399-1413), terminando de esta manera la dinastía de los Plantagenet.
En Francia, tan
solo un año después del comienzo de la tregua, murió Carlos V, su hijo Carlos
VI, era menor de edad, por lo que no podía gobernar, y debía hacerlo alguien en
su lugar.
Carlos VI, tenía
esporádicos brotes de locura. La tarea de gobernar recayó en un primer momento,
sobre los tíos del rey, pero en 1385, estos tíos del rey fueron reemplazados
por los antiguos consejeros de Carlos V, conocidos como los Marmousets. Esto
provocó una Guerra Civil, entre los los primos de Carlos VI, quien se
enfrentaron por el control de Francia. Los dos bandos que se enfrentaron fueron
los Armagnacs y los Borgoña. Los Armagnacs fueron los seguidores de Luis de
Orleans y los Borgoñeses leales a Juan sin Miedo. Esta Guerra civil en Francia, le dio la oportunidad al rey
Enrique V de Inglaterra, para comenzar la última Etapa de la Guerra. Enrique V desembarcó
en Normandía y ganó una importante batalla (Batalla de Azi Court), en el año
1415, donde se enfrentaron Carlos VI y Enrique V, ganando esta batalla
Inglaterra. Ante esta derrota, Juan sin miedo, y los borgoñones, convencidos
que los ingleses ganarían la guerra, sellaron un acuerdo secreto por esto. Esto
llevó a que los ingleses, comenzara a ganar batallas sobre los Armagnacs, lo
que dio lugar a la furia del pueblo, y los echasen de Paris. Al poco tiempo de
esto, Juan sin miedo, fue asesinado, lo que llevó a Enrique V y a Felipe el
bueno (el nuevo líder de los borgoñones) y a la reina Isabel, esposa de Carlos
VI, afirmar el tratado de Troyes, en 1420, que reconocía a Enrique V, como su
sucesor en el trono de Francia, a la muerte del “Rey Loco”, Carlos VI. Con esto
quiero decir, que la corono pasaría a Enrique V.
El problema para
los ingleses es que, en 1421, fallecería Enrique V, adelantándose a Carlos VI,
que lo Haría al poco tiempo después. Según el Tratado de Troyes, fue coronado
al trono de Inglaterra y Francia Enrique VI, quien tenía tan solo un año.
Carlos VII, hijo del “Rey loco” de la Dinastía de los Valois (1422-1461), se
declaró Rey de Francia, continuando la Guerra con los ingleses e inaugurando
una Guerra Civil, contra aquellos que no lo reconocían como Rey,
Carlos VII, en
desventaja, sufrió derrotas, pero todo cambió en 1428, con el sitio de Orleans,
cuya fortaleza francesa, se resistía a rendirse, esto despertó un sentimiento
de resistencia en el pueblo francés, algo que cristalizaría, en la figura de
Juan de Arcos (Se proclamaba enviada de Dios), que derrotó a los ingleses en
Orleans, levantando el espíritu de los franceses después de esta victoria.
Carlos VII, fue proclamado rey de los franceses, aunque no todos lo
reconocieron. En 1430, Juana de Arcos fue capturada por los Borgoñones y
entregada a los ingleses, que decidieron quemarla en la Hoguera. Con su muerte
logró unificar a los franceses y a los Borgoñones, estos últimos aliados de los
ingleses.
Terminada la
Guerra Civil, Carlos VII llevó a sus ejércitos a la victoria, derrotando a los
ingleses en la batalla de Castillon en 1453, contra Enrique VI. Con esta batalla,
los franceses dejaron a los ingleses con el control de Catais y dando terminada
la Guerra de los 100 años.
Un Saludo de Viajero en el Tiempo
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